Epílogo

 

Tanto el 601 como los demás D.H.82A que fueron radiados por obsoletos o por accidentes menores, tuvieron el triste y anónimo final del desguace.

Sin embargo, la visión del Coronel Meregalli permitió salvar uno de ellos, del que lamentablemente no hemos podido “descubrir” su matrícula militar ni su Número de Constructor (c/n).

Este ejemplar, desarmado y despojado de su piel de tela, estoicamente espera desde hace décadas en el Museo Aeronáutico, el merecido homenaje de su restauración.


La elegancia de un Tiger Moth uruguayo en vuelo


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