Historial de servicio

1947

Para 1947 el estado de la flota no permite planes ambiciosos y solo se prevé el entrenamiento para siete Alféreces del Curso de Aplicación a partir de mayo.

Hasta entonces, solo el 611 de la B.A.Nº2 se mantiene operativo, ya que el 613 de la B.A.Nº1 apenas vuela cuatro horas en los primeros cuatro meses y luego es pasado a Revisión General.

El 30 de abril, terminados los trabajos de mantenimiento, la D.G.T.A.G.y S. devuelve en OV a la E.M.Aer. sus cuatro Tiger Moth: 603, 604, 606 y 608. Con éstos se vuelan unas 120 horas durante el Curso de Aplicación, que ya próximo a su culminación registra un grave accidente. 

El 4 de julio, momentos después de despegar, el 608 pierde potencia y se precipita a tierra enganchando las líneas del tendido eléctrico a la altura del Km. 24 de la ruta 8.  Afortunadamente, su piloto, Alf. Marcelino García solo sufre heridas leves, pero el avión, con daños mayores, queda irrecuperable.

Su historial computaba ese día 1799.8 horas.

Para suplir esta pérdida se recurre brevemente a los dos aparatos de la B.A.Nº2.  Desde la D.G.T.A.G.y S. se envía a Pando el 600, que desde setiembre pasado estaba en reparación, mientras que en mayo viene el 611, único Tiger Moth que aun permanecía en Durazno. De hecho, ninguno de los dos llegó a ser utilizado y en agosto, una vez finalizado el Curso de Aplicación se ordena su entrega a la D.G.T.A.G.y S. junto al 603, 604 y 606.

El traslado en vuelo de estas cinco aeronaves es la última operación de los Tiger Moth en Pando. Al despegar con rumbo al Paso de Mendoza, se cierra para siempre el capítulo de los biplanos en la Escuela Militar de Aeronáutica...

Últimos vuelos de Tiger Moth en la E.M.Aer. 

A partir de setiembre, los nueve Tiger Moth que van quedando están todos en Boiso Lanza y de ellos, solo el 600, 603 y 613 siguen en Orden de Vuelo. 

En estos tres aparatos y con el Tte.2º Humberto Bia como instructor, se imparte un breve entrenamiento de refresco a los Cabos Washington Galarza, Carlos Ferraro, Félix Arroqui, Tabaré Gálvez, Omar García y Wilson Lorda. 

A estos seis Clases se les asignaría el cumplimiento de una nueva misión para los D.H.82A : la fumigación aérea.

En efecto, en aquellos años el noreste de nuestro territorio se vio afectado por el arribo de grandes mangas de langostas provenientes del Brasil, que a su paso arruinaban extensas áreas cultivadas. 

Para combatir la plaga se organizó el “Servicio Aéreo de Lucha Contra la Langosta” con el aporte combinado de aviones y pilotos, civiles y militares.

Un alto en la faena. Tripulaciones mixtas posan junto a un Tiger Moth durante las operaciones de fumigación. En segundo plano un avión civil afectado a la misma tarea. Cerro Largo, 1947. Archivo FAU

Los Tiger Moth disponibles fueron adaptados a su nueva función con la colocación de una tolva confeccionada a medida y ajustada dentro de la cabina trasera. La misma era comandada manualmente por el piloto accionando un rudimentario mecanismo que liberaba su venenoso contenido en forma más o menos dosificada.

Oportuna toma del E-600 para observar el contenedor del agroquímico en la cabina trasera y la elemental boca de salida adaptada debajo del fuselaje. Museo Aeronáutico.

El 14 de octubre, cumpliendo uno de sus vuelos de entrenamiento en el Aeródromo Militar Cap. Boiso Lanza, el Cbo. W. Lorda se accidenta con el 613.  La suerte acompaña al piloto que sale ileso, mientras que el avión sufre importantes daños que lo condenan, cerrando su historial con 1.489.7 horas.

Estado del 613 al accidentarse el 14 de octubre en el Aeródromo Militar Cap. Boiso Lanza. Archivo FAU.

Al día siguiente, como hecho anecdótico registramos otro de los contados vuelos en Tiger Moth del ahora General Berisso, Inspector del Arma de Aeronáutica. Lo hizo al comando del 603 como entrenamiento durante 20 minutos y figura asentado en el Libro de Vuelos de la D.G.T.A.G.y S.

Volviendo a la Operación Langosta, entre los días 25 y 26 de octubre el Cbo. Tabaré Gálvez voló 16 horas combatiendo “aire-aire” al enemigo con el 600, próximo a las localidades de Sarandi del Yí, Blanquillo, La Paloma (Durazno) y San Gregorio.

El 600 afectado a tareas de fumigación aún conserva la E , a pesar que ya no pertenece a la dotación de la Escuela Militar de Aeronáutica. Durazno, 1947. Museo Aeronáutico.

A su vez, el Cbo. Omar García lo hizo gallardamente durante todo noviembre, fumigando más de 60 horas con el 603 en Melo, Yaguarón, Río Branco, Treinta y Tres, Santa Clara, Laguna Merín, Arrocera 33, Aceguá, Capilla Farruco, Arroyo Cardales, Fraile Muerto y Durazno.

El 18 de diciembre, en cumplimiento de esta tarea se pierde el 600 al accidentarse en el paraje Mazangano, departamento de Cerro Largo y pese al impacto, su piloto Cbo. T. Gálvez resulta afortunadamente ileso. El aparato, todavía luciendo en su matrícula el prefijo “E”, terminaba su existencia con 1.804 horas de vuelo, quedando reducida a siete la flota de Tiger Moth.

Final para el 600, ex 4 (c/n 3312). La triste escena igual nos permite observar el depósito del plaguicida adaptado en la cabina trasera y el ingenioso “tobogán” de salida por debajo del fuselaje. 
Paraje Mazangano, Cerro Largo, 18 de diciembre de 1947. Museo Aeronáutico

A fines de noviembre había quedado pronto el 605 al salir de una larga Revisión General iniciada dieciocho meses atrás. Se adapta para fumigación y con esa misión es enviado a Ombúes de Lavalle en el departamento de Colonia, donde el Cbo. Omar García lo vuela once horas, incluido su regreso a Boiso Lanza el día 20 de diciembre. Ése fue su último vuelo registrado.

Sin más trámite se solicita su baja junto a los tres accidentados ese mismo año; 600, 608 y 613, acto que se hará efectivo por Orden de la D.G.A.M. el 18 de febrero de 1948.

El 605 (ex 3) fue el D.H.82A más volado de todos, computando al momento de su desactivación 2129.7 horas sin mayores incidentes.

Los Tiger Moth cerrraron el año con 420 horas voladas y solo seis aviones en el inventario, reagrupados en Boiso Lanza bajo administración de la D.G.T.A.G.y S.

El 605 fotografiado en setiembre de 1945, cuando formaba parte de la dotación de la Base Aeronáutica Nº1. Fue el aparato más volado de la flota. Archivo FAU.